El gigante ha completado su trabajo en el cable submarino de 10.000 kilómetros entre su sede de los Estados Unidos y Chile. El cable se llama Curie, en honor a la ganadora del Premio Nobel Marie Curie.

Curie es la primera nueva conexión submarina entre los Estados Unidos y Chile en veinte años. Cuando comenzó la construcción, Google dijo que también era la primera línea de Internet submarina completamente privada construida por una compañía fuera del sector de las telecomunicaciones, según sabe Silicon Angle.

La ventaja de esto es que Google no tiene que compartir el cable con otras compañías de Internet. Esto permite a la compañía ajustar el cable a sus propios requisitos técnicos, lo que le da un mejor control sobre cómo se enruta el tráfico. Sin embargo, el cable tiene una etiqueta de precio fuerte. El vicepresidente de ingeniería, Ben Taylor, dijo el año pasado que la compañía gastó más de 1.000 millones de dólares en estos y otros dos cables submarinos. Los otros dos cables deben conectar los Estados Unidos con Dinamarca y Hong Kong con Guam.

Equinix
A principios de este año, se le pidió a Equinix que construyera la Estación de Aterrizaje por Cable (CLS) para el cable marítimo en Los Ángeles. El cable aterriza en el centro de datos de esa compañía en El Segundo, California. Google eligió esta compañía debido a la amplia experiencia que tiene con la instalación y administración de estaciones de aterrizaje para cables marinos. Equinix, por ejemplo, ya está involucrado en otros 25 proyectos de cable marítimo.

Esto significa que el cable Curie, a diferencia de otros cables marinos, no termina en la estación de aterrizaje donde llega. El cable termina en el centro de datos de Equinex LA4 International Business Exchange. Esto significa que hay varias opciones para conexiones directas, ya que la ubicación es un cruce popular para muchas compañías.

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