A echar a andar sin mirar para atrás, a rectificar errores y tendencias negativas y a vencer todos los días la política de cerco económico de Estados Unidos -que es el principal freno para la economía cubana-, convocó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intervenir este lunes en la sesión matutina de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento cubano en el segundo periodo de sesiones, correspondiente a la X Legislatura.
De manera ilustrativa y directa el mandatario cubano señaló tres problemas que enfrenta la socioeconomía cubana, el más influyente de ellos el bloqueo económico, comercial y financiero que aplica el gobierno de los Estados Unidos contra la Isla, además de los errores cometidos en la implementación del proceso de ordenamiento económico, así como las tendencias derivadas del adverso contexto.
No por repetido - insistió Díaz-Canel - podemos dejar de reconocer que es el bloqueo el principal obstáculo para nuestro desarrollo. Cuba vive desde el segundo semestre de 2019 una intensificación de esa política. La diferencia en el genocidio de más de seis décadas la hicieron las 243 medidas que aplicó la administración Trump y la puesta en vigor del Título III de la Ley Helms Burton, con lo cual se arreció la persecución financiera y energética sobre toda la gestión cubana.
En los primeros seis meses del 2019 -recordó- el país vivía con bloqueo en una situación diferente, se trabajaba con créditos, con fuentes de financiamiento como remesas, nos llegaba con estabilidad combustible desde un país amigo, podíamos pagar con antelación la canasta familiar, las tiendas se encontraban abastecidas y las inversiones en el sector social eran sistemáticas.
¿Qué cambió? -planteó el dignatario ante la presencia de los miembros de la Comisión de Asuntos Económicos-; y la respuesta conocida fue el bloqueo y la inclusión de Cuba en la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, cuyos efectos han sido graves para que el país pueda disponer de recursos financieros y pagar en tiempo -por ejemplo- buques con alimentos que esperan en el puerto. Esa situación ha llevado a una distribución fraccionada de la canasta básica, lo cual agrava la situación económica de la población.
En momentos en que el país se dispone a tomar acciones para superar la compleja situación económica, el Jefe de Estado reflexionó en torno a que la Asamblea será un escenario para la construcción colectiva; y que si bien se deben tomar las medidas para abordar deformaciones económicas, hay que aplicarlas pensando en los grupos poblacionales que pueden ser más afectados y buscar mecanismos para proteger a las personas vulnerables, niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores.
«Todas de inmediato provocan determinadas implicaciones, pero a la larga ordenan, y si no las aplicamos siguen creciendo las deformaciones y no tenemos ninguna acción constructiva», razonó en lo referente a las medidas que serán analizadas por la Asamblea.
Más allá de los problemas del bloqueo y sus efectos, que explica exhaustivamente el informe de Cuba ante las Naciones Unidas, hay errores nuestros que han creado distorsiones -apuntó Díaz-Canel-, y sobre ellos dijo que próximamente, como ya comentó en una entrevista y en el VII Pleno del Comité Central del Partido, serán discutidos en las organizaciones de base y en cada una de las entidades, no solo para reconocerlos, sino también para encontrarles soluciones que sean fruto de la inteligencia colectiva.
En relación a los errores cometidos, el Presidente cubano afirmó que muchas de las decisiones se toman en situaciones de contexto muy adversas, como el proceso de Ordenamiento económico; y en ese sentido argumentó que nadie duda de que era necesario abrir la economía a la participación de actores económicos no estatales, quienes han sido empleadores y generadores de bienes y servicios deficitarios. No obstante -subrayó- las desviaciones han estado causadas por la falta de claridad en las regulaciones.
La culpa de esos errores no ha sido del sector privado: detrás de muchos de los fallos se encuentra una entidad estatal -razonó el Jefe de Estado.
Como la hora de tomar decisiones disruptivas que permitan rectificar esos errores definió Díaz-Canel la etapa próxima e hizo referencia a la necesidad de que el municipio decida qué tipo de actores y actividades económicas demanda, así como la urgencia de producir más bienes y servicios, lo que haga posible que el aumento de salarios para determinados sectores no influya en un aumento descontrolado de la inflación.
En ese punto de su intervención el dignatario señaló el tercero de los problemas que padece Cuba. Explicó que al coincidir el bloqueo recrudecido, la crisis económica mundial, la pandemia, nuestros errores y otras deformaciones que veníamos manifestando, se han plantado en nuestra sociedad tendencias negativas que no son coherentes con el sistema social que defendemos, las cuales han emergido en el ámbito productivo, familiar, comunitario.
Al bloqueo recrudecido, a los errores internos y a las tendencias negativas, a estos tres problemas vamos a buscarle la luz, las soluciones, expresó el Presidente de la República; y con espíritu optimista y determinación preguntó cuántas cosas podemos hacer a pesar del bloqueo.
En esa línea de pensamiento rememoró a los productores, colectivos estatales y no estatales que él ha conocido en todas las provincias del país, quienes se desarrollan en diversos ámbitos de la vida económica, padeciendo las mismas carencias de combustible, divisas, fertilizantes, semillas. Son admirables excepciones, que todos los días nos demuestran que sí se puede.
Todos estos ejemplos nos demuestran que hay que trabajar para crear riqueza y repartir con justicia social, en esas acciones vive el socialismo que defendemos, resaltó.
Con optimismo y firmeza dijo sobre el camino a transitar que será duro, que Cuba vive bajo las presiones que otros países no sienten, pero que en medio del caos mundial es necesario valorar como fortaleza la armonía social, la defensa del concepto de familia, la solidaridad que nos distingue, y sobre esa realidad si producimos más, si distribuimos con justicia social, si seguimos garantizando las conquistas sociales, si rectificamos errores y desviaciones que tenemos, si apartamos algunas manifestaciones de individualismo, de vanidad, de ineficiencia, qué no podremos hacer en este país.
Año 2023 muy tenso
Más trabajo colectivo, más unidad, más comprensión de las medidas que se requieren aplicar demandó el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, al presentar este lunes los resultados del desempeño de la economía en el año que cierra, así como los objetivos y metas para el 2024.
Al analizar este tema «estratégico y de alto impacto para el país» -durante el trabajo de la comisión de Asuntos económicos del Parlamento cubano y ante la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez- el vice primer ministro insistió en que «estamos llamados a tener un despegue en la situación económica y social. Ese despegue no fue en el 2023, pero debe ser en el 2024».
En presencia de Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado y de 33 de los 35 diputados que integran la comisión, Gil Fernández repasó aspectos principales que describen el comportamiento de la economía en el 2023.
Mencionó el contexto en que opera nuestra economía marcada por el bloqueo de Estados Unidos, que continúa siendo el principal obstáculo para avanzar más aceleradamente, la crisis multidimensional internacional, además de los persistentes desequilibrios macroeconómicos internos.
De acuerdo al informe presentado las exportaciones totales presentan una brecha negativa que supera los 3 mil millones de dólares, con respecto a 2019. Las ventas de bienes que Cuba realizó al mundo en el 2023 se estima en 9 mil 70 millones de dólares, inferior a lo planificado en 770 millones, no obstante se aprecia una recuperación de algunos rubros exportables como el tabaco y los productos de la pesca.
El turismo, sector estratégico, experimentó una gradual recuperación valorada en un 50 por ciento en relación con el año precedente, y solo el 64 por ciento de lo alcanzado en 2019, lejos de los niveles de actividad prepandémicos. El destino Cuba esperaba recibir este 2023 sobre los 3 millones de visitantes y estima cerrar el 2023 con alrededor de 2 millones 450 mil.
Puntualizó que la producción nacional para el consumo interno y la exportación fue afectada durante el año debido al déficit de combustible y la falta de insumos. Respecto a la producción de alimentos afirmó que no se logra alcanzar los niveles planificados, mientras que hay una contracción en varios renglones como las viandas, el maíz, la carne de cerdo, la leche y los huevos, de acuerdo a lo alcanzado en 2022.
De igual manera la actividad social ha sentido el impacto de la falta de divisas, acotó el Titular.
No obstante a este complejo panorama, el país ha hecho esfuerzos para priorizar con los recursos financieros disponibles la canasta familiar normada, cuyo costo supera los mil 600 millones de dólares anuales y la cual «sigue siendo una prioridad básica, a pesar de su inestabilidad», subrayó Gil Fernández y agregó que igualmente se ha incluido la generación de electricidad, los combustibles, los productos de aseo y otros recursos vitales, «sin embargo no resultó posible abarcar todas las necesidades básicas».
De acuerdo al informe, la inflación estima cerrar el año con un crecimiento en el entorno del 30 %, aunque se ha observado una desaceleración en la dinámica de crecimiento de los precios. Este comportamiento negativo de los precios afecta de manera desproporcionada al sector no estatal y agropecuario, lo que influye en la capacidad de compra de los trabajadores, advirtió el el Vice Primer Ministro.
El incremento de los precios internacionales; la emisión de dinero por el Estado para financiar el déficit del presupuesto; la contracción de las ofertas, principalmente del sector estatal; el déficit de fuerza de trabajo agrícola, su alto costo y bajos rendimientos; la especulación y la aplicación de elevados precios, muy por encima de los costos y con altas cuotas de ganancia, principalmente en el sector no estatal; inciden en el aumento sostenido de los precios, explicó el Ministro y agregó a las causas la no efectividad de las medidas para el control de los precios.
El exhaustivo informe expuso el mapa del sistema empresarial cubano, del cual forman parte 17 mil 427 entidades, de las cuales 2 mil 531 son estatales, 9 mil 652 son Mipymes privadas, 5 mil 138 son formas cooperativas y 106 son empresas mixtas. En todo ese ecosistema se ratifica al sector empresarial estatal como el actor económico principal, argumentándose que esta forma de gestión emplea a un millón 336 mil trabajadores, aporta el 92 % de las ventas netas del país y el 75 % de las exportaciones.
A pesar de las restricciones de recursos, Alejandro Gil reconoció que se observa una recuperación gradual en los principales indicadores de gestión del sistema empresarial estatal y que disminuyen las empresas con pérdidas.
Un aspecto a resolver es el necesario encadenamiento productivo entre el sector estatal y el no estatal y en torno a ello el ministro dijo «que se mantiene hasta el momento la tendencia a la importación de bienes finales y no de insumos para producir en nuestra industria, lo que permitiría mayor generación de empleos, un uso más eficiente de las divisas y el incremento de las ofertas».
A pesar de las complejidades por las que atraviesa la economía, una de las prioridades es la atención a las familias en situación del vulnerabilidad, refirió el vice primer ministro, 66 mil 626 de ellas recibieron recursos como colchones, muebles, ropa, calzado y utensilios de cocina, también a personas con enfermedades crónicas se les entregaron equipos electrodomésticos, mientras que la ayuda económica temporal llegó a los beneficiarios de la Asistencia Social y pensionados de la Seguridad Social.
El titular de Economía y Planificación mencionó que en cumplimiento de la Política de la Niñez, la Adolescencia y Juventudes se incorporaron jóvenes talentosos a estructuras dinamizadoras de innovación, se incrementaron capacidades en círculos y casitas infantiles para madres trabajadoras o estudiantes y funcionan en el país 26 centros que brindan consultas infantiles- juvenil.
«No podemos renunciar a nuestro desarrollo- aseguró el titular- aún en medio de las complejidades se han realizado inversiones que agregan capacidades productivas», entre las que destacan cuatro secaderos de arroz con una capacidad de 38 mil toneladas anuales, el montaje de 30 máquinas de riego, la habilitación de 129 hectáreas de estanques de acuicultura, así como la inauguración de una fábrica de biofertilizantes.
En el sector de la producción de medicamentos para uso humano y animal se ejecutaron inversiones en una línea de formulación y llenado de bulbos, en la de inyectables, en la de ingredientes farmacéuticos activos y se rehabilitó la planta de parenterales.
En el Transporte se incluye la puesta en marcha de un dique flotante y la reparación de 111 equipos como parte del programa ferroviario. Las inversiones también se extendieron al área de los Recursos Hidráulicos, que contabiliza la construcción de 350 km de redes y 85 km de conductoras y la instalación de 571 bombas de agua con energía fotovoltaica.
Las inversiones de Energía y Minas se realizaron en la habilitación de 35 km de gas manufacturado por redes, la creación de tres parques fotovoltaicos, la instalación de 99 motores de fuel oil y 58 motores diésel.
Por otro lado, continuó en su exposición el vice primer ministro, comienzan un grupo de negocios, con capital extranjero, entre los que sobresalen la producción de confituras, cervezas, lácteos, detergentes, aseo y productos de limpieza.
Al cerrar el repaso sobre el desempeño de la economía al cierre del 2023, Alejandro Gil Fernández reconoció que no se ha logrado el crecimiento económico proyectado del 3 % del PIB a precios constantes, estimándose por el comportamiento mostrado en los últimos trimestres que pueda existir una contracción.
Sobre el 2024: “Ya estamos llamados a tener un despegue”
La recuperación económica del país transita por retomar el nivel de exportaciones, lo cual permitirá disponer de mayor liquidez, con esta certeza el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, inició la presentación de los objetivos y metas de su área para el 2024.
El plan se proyecta sobre niveles de actividad que son decisivas para el país y «a partir del esfuerzo propio, mirando hacia adentro y como fruto de nuestro trabajo» afirmó.
La dirección principal del trabajo debe orientarse al cumplimiento de la producción de bienes y servicios exportables, para ello Gil Fernández se refirió a medidas que lo estimularán como la reorganización del sistema financiero en el que operan diversos actores, garantizando niveles de autofinanciamiento y gestión de divisas a los que la generen. Las acciones se enfocarán también en potenciar el comercio electrónico y en compensar las importaciones con exportaciones.
Una de las prioridades principales es la producción nacional de alimentos, cuyo incremento resulta imprescindible para aumentar la oferta a la población. «No es posible una mayor presencia de alimentos en los mercados del país, en base a más importaciones», afirmó Gil Fernández y argumentó al respecto que, «basta con comparar los precios de los productos que se deberán importar, con los que tenían en el año 2019» para comprender que para el país es imposible.
Entre las principales producciones de alimentos en los que se planifican crecimientos, respecto al estimado de cierre del 2023, se encuentran el arroz, los frijoles, el maíz, la leche y los huevos.
Esta planificación, aunque supera lo alcanzado en el año 2023, no es suficiente para satisfacer la demanda, siendo inferior a los niveles del año 2019.
El vice primer ministro explicó que para avanzar en la recuperación de los niveles de la producción nacional de alimentos se implementará un mecanismo de financiación diferente para la agricultura, se prevé avanzar en el cumplimiento de los programas asociados a la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional, referidos a la entrega de tierras en usufructo; inserción laboral de los jóvenes que se licencian del Servicio Militar Activo; incremento de proyectos productivos a nivel local (cultivos varios, ganadería y bioproductos).
También para recuperar la actividad productiva de alimentos se buscará ampliar el uso del pluriempleo y la contratación de estudiantes, a partir de la disposición de las personas y en correspondencia con las necesidades de la producción y los servicios, así como lograr mayor participación de la producción nacional de alimentos en la Canasta Familiar Normada.
Para el sistema empresarial, de acuerdo con los objetivos y metas de la economía para el 2024, deberá avanzarse, con mayor celeridad, en transformaciones esenciales encaminadas a modificar gradualmente los mecanismos de asignación de recursos y el esquema institucional en que operan las empresas estatales, con el objetivo de avanzar en su autonomía real, recuperar los niveles de eficiencia de las principales actividades económicas y lograr su desarrollo sostenible.
Gil Fernández subrayó que para el sector empresarial también se prevé un grupo de transformaciones encaminadas a promover desde las entidades estatales las relaciones con los actores no estatales, a la descentralización de estructuras empresariales estatales de subordinación nacional hacia los territorios, a la creación de Mipymes estatales, a perfeccionar el proceso de creación, funcionamiento y control de la micro, mediana y pequeña empresa, entre otras.
Asimismo, adelantó que el venidero año se trabajará en un programa de estabilización macroeconómica y mencionó como prioridades dentro de este, la corrección de precios, la gradual desdolarización de la economía, la reactivación del mercado cambiario y la transformación del mecanismo de gestión de la liquidez en divisas.
Además del Programa de estabilización macroeconómica, Gil Fernández enunció los otros objetivos priorizados del plan de la economía para el 2024, entre ellos incrementar y diversificar los ingresos externos del país; impulsar la actividad productiva, con énfasis en el incremento de la producción de alimentos, el aprovechamiento de las capacidades industriales instaladas y el sostenimiento del sistema eléctrico nacional; avanzar en el desarrollo del sistema empresarial del país y la integración entre todos los actores económicos, así como perfeccionar los mecanismos de protección social.
Al cierre de su presentación el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación enunció que de acuerdo a los balances macroeconómicos, a las proyecciones de recuperación del turismo y a la reanimación de actividades productivas y de servicios, así como a la participación de formas de gestión no estatal, se planifica para el 2024 un crecimiento del PIB a precios constantes en el entorno del 2 %.
«Estamos llamados a tener un despegue en la situación económica y social, ese despegue no fue en el 2023, pero debe ser en el 2024», concluyó.